Normalmente los corredores y corredoras entrenan durante la semana con una cierta rutina y rara vez la alteran. Esto no está mal del todo, esta rutina nos permite focalizarnos y centrarnos en el trabajo de entrenamiento que tenemos que hacer. No obstante, seguro que sabes que cuando el cuerpo se acostumbra a una rutina, empieza a rendir menos y necesitamos introducir nuevos estímulos para volver a estimularlo.
La idea de introducir diversidad en el entrenamiento semanal empieza a cobrar sentido. La forma de introducir estos cambios tiene que ser gradual, para que puedas ir viendo lo que te funciona y lo que no.
Algunas tareas que puedes introducir en tu entrenamiento semanal serían las siguientes:
- Entrenamientos largos: sirven para aumentar tu resistencia y para acelerar tu recuperación se desarrollan a un ritmo suave.
- Entrenamientos en cuestas: sirven para hacerte más fuerte, puedes trabajar series de velocidad en cuestas o series más largas de resistencia.
- Entrenamiento rápido: sirve para mejorar tu velocidad, pueden ser series en pista, o rodajes con fartlekt (cambios de ritmo), etc, la idea es trabajar a ritmo alto, la idea de ese día es ir muy rápido.
- Salida en grupo: sirve para mejorar tu motivación y poder conpartir con los compañeros/as tus avances, tus ilusiones, etc.
- Entrenamiento de técnica: sirve para depurar la forma en que corremos, buscando la economía del esfuerzo y siendo más efectivos. Puedes incluir ejercicios de técnica de carrera, de propiocepción, de pliometría, etc.
Un entrenamiento semanal en el que se combinen este tipo de tareas ayudará a aportar diversidad a nuestro organismo, introducirá nuevos estímulos en las cargas y mantendrá la motivación alta, al ser la rutina algo más diversa que el simple hecho de salir a correr todos los días sin más. Pruébalo y verás como funciona.
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